martes, 15 de julio de 2014

Un recorrido por Ráquira



Una de las cosas que caracteriza a Colombia son sus artesanías. El domingo (13-07-2014) fui a Ráquira, un pueblito boyancese con arte, creatividad y mucho color. Lo primero que vi al llegar fueron sus casas con artesanías, hamacas, pinturas, esculturas y toda clase de productos made in Colombia.

En el pueblo hay una entrada principal con una gran iglesia, casonas coloridas y esculturas que le rinden tributo a los pobladores de la zona. El clima ayudó mucho para que se notarán éstas imponentes imágenes. 


Las casas inmensas le dan continuidad a los pinceles azules, rojos, amarillos y naranjas que rodean el lugar.


Si vas a Ráquira tienes que visitar los grandes locales con las artesanías, cerámicas, esculturas y campanas. Definitivamente da ganas de llevarse un recuerdito. Todo es muy económico.


Y puedes ahorrar para pasarte por hermosos lugares como este.


De las fotos que tomé, esta es mi favorita porque captura la riquesa cultural de Ráquira. Lo espejos estaban en un local y al otro lado se posaba una casa rosada con ventanas amarillas y miles de campanas.


martes, 1 de julio de 2014

Subiendo al Pionono


En Colombia hay paisajes que te dejan sin habla. Encuentras flora y fauna diversa, de ambientes fríos, templados y tropicales en un solo lugar. Escenarios citadinos y en media hora espesa sabana y hermosos lagos, historias y desafíos por vivir.

Este festivo, decidí hacer un recorrido por el Parque Ecológico Pionono. Ubicado en el municipio de Sopó, a 39 kilómetros de la capital bogotana. El parque es una hermosa reserva natural que presenta alturas desde los 2.8000 sobre el nivel de mar, hasta su pico máximo llamado Cerros de las Águilas.


El Pionono tiene tres miradores que son: Cacique Sopó, Valle de Sopó y Alto de las Aguilas, con flora tan diversa como frailejones, plantas de anís, tamo, mora silvestre, entre otras. Al fondo se puede ver la represa de Tominé, Guatavita, Sesquilé, Tocancipá y Chia.

Mis amigas y yo, hicimos el recorrido desde el centro de Sopó hasta la entrada al parque. Fueron 5 kilómetros de caminata ecológica saludable. A veces quería devolverme o pedir el "chance" a alguna de las camionetas que pasaban por el sitio.


Eramos las únicas caminantes. Muchos nos miraban con asombro. Los conductores sonreían al pasar. Faltaban 4 kilómetros, y no teníamos fuerzas pero decidimos subir hasta el final. Respiré hondo y continué con la travesía.


Sentir el rocío de la lluvia, el sol y el frío porque el clima de Cundinamarca, y en general, el de todo el país, es muy variante, fue una muy buena terapia. Y mientras ascendíamos, sentía felicidad.


Falta poco...


Llegamos...


La neblina no dejaba ver mucho. Y en mi cámara menos, esperamos un rato más.


Y poco a poco se fue despejando. En el descenso vimos más claridad y se lograron hermosas tomas. 


Frailejones a la vista


Parapentes que no dudé en capturar :)


Y mi momento favorito. De película :)